Meditatio de mysterio Patris [Meditación sobre el misterio del Padre]
(cfr. Mystere du Pere [cf. Misterio del Padre] El P. Guillou leyó en vacaciones). La analogía de la paternidad que se nos da en el mundo creado puede conocerse de diversas formas y es también muy pobre y desproporcionada en comparación a la realidad del "Padre" en Dios. Dios de algunas formas se identifica con el Padre y al mismo tiempo excede todo lo que podamos pensar en cuanto al concepto de "`padre" en la dimensión de criatura, especialmente en la dimensión de la realidad humana.
Un padre es alguien que da vida, que transmite la humanidad y que condiciona su desarrollo, es alguien que es punto de referencia para un niño y un correlator de la certeza de la existencia y el bien. El Padre-Dios es en realidad misterioso en términos del mundo y la Creación. Suyo es el Misterio que está más allá de todo y que condiciona todo. Este Misterio es aclarado con una referencia: la referencia a Cristo: "nadie conoce al Padre excepto el Hijo y a quienes el Hijo elige revelarlo".
Gracias a Cristo, también "conocemos" al Padre de algún modo y tenemos acceso a Él. En la conciencia de Cristo así como en su misión en el mundo, el Padre completamente oscurece "al Absoluto", aunque al mismo tiempo Lo absorbe de alguna forma. El Padre es también el Creador y el Señor (Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque… Mt 11.25). Él es la Altura de la existencia y el bien, Él es el Comienzo, el Apoyo final, la Certeza y el Cumplimiento de todos los cumplimientos.
Si una persona puede pensar en Él razonablemente en términos del Absoluto, es posible solamente bajo la condición de que acepten, luego de Cristo, la verdad sobre el Amor. El Padre, Él es el Cumplimiento de la Verdad y la Bondad, en una típica forma solo-perteneciente-a-Él, aceptando al mundo desde la realidad de la Creación, dando existencia – al hombre al que Él crea "a su imagen y semejanza", otorgándole la participación en Su Divinidad.
Él está constantemente presente en todo – estando en la Creación de la manera más profunda, especialmente en el hombre – más allá de nuestra imaginación y nuestro pensamiento creados. Al mismo tiempo, solo Él es el ancla de la confianza y la condición del desarrollo de todo, especialmente del hombre (cfr. educación). Fuera del "misterio del Padre", no hay evolución del hombre en la verdad y el amor. (cfr. Tesis de Guillou).