LIMA,
La ex Pontificia Universidad Católica del Perú (ex PUCP) publicó hoy un comunicado en el que protesta por una acción legal realizada por "apoderados" de la Nunciatura Apostólica en el país para inscribir en los registros públicos el decreto del 11 de julio de 2012 en el que la Santa Sede prohíbe a la casa de estudios el uso de los títulos de "Pontificia" y "Católica".
En el comunicado, la ex PUCP señala que "mediante escritura pública del 9 de septiembre de 2013, dos apoderados del Nuncio Apostólico en el Perú solicitaron a los Registros Públicos de Lima inscribir en la partida de la (ex) PUCP el decreto del 11 de julio del 2012 expedido por el ex Secretario de Estado de la Santa Sede, (Cardenal) Tarcisio Bertone, en el que se prohíbe a la Universidad el uso de las denominaciones 'Pontificia' y 'Católica'".
El comunicado sostiene que en su reciente visita a Roma, el Rector de la ex PUCP "pudo comprobar que las autoridades vaticanas y de la Conferencia Episcopal peruana, desconocían estos hechos". Sin embargo, no precisa los dicasterios de las autoridades que desconocen un tema que se maneja directamente en la Secretaría de Estado del Vaticano.
La universidad peruana alega que la solicitud de los apoderados del Nuncio, que representa a la Santa Sede en el Perú, es "contraria a la Constitución, la Ley Universitaria y el Estatuto" de la ex PUCP; una solicitud que fue "tachada de manera definitiva" el 6 de diciembre de 2013.
El comunicado señala que la ex PUCP "manifiesta su profunda extrañeza e indignación por esta intervención contraria a nuestra institución, hecha a espaldas de la comunidad universitaria, con el objeto de perjudicarla afectando el buen nombre ganado con el esfuerzo de sus miembros durante casi 100 años. Se ha pretendido -sin éxito- inscribir el decreto del Cardenal Bertone".
Con la acción de los "apoderados" del Nuncio en el Perú, la Nunciatura Apostólica -que no ha emitido una respuesta oficial a este comunicado- habría procedido a aplicar la decisión de la Secretaría de Estado del Vaticano, autorizada por el entonces Papa Benedicto XVI, con respecto a la universidad.