BUENOS AIRES,
El Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, el recientemente creado Cardenal Mario Aurelio Poli, pidió "enternecer el corazón" frente a numerosas situaciones de la vida cotidiana, y así, prepararse para vivir una Semana Santa en la que el cristiano pueda experimentar la gracia y la salvación que Dios regala.
Asimismo, pidió una conversión personal y pastoral "para dejarse moldear ante la escucha orante de la Palabra viva de Dios".
El Purpurado porteño (de la ciudad de Buenos Aires) comunicó este pedido en un mensaje con motivo de la Cuaresma que se inicia este 5 de marzo con el Miércoles de Ceniza, y destacó que este tiempo litúrgico tiene que ayudar a introducirse más intensamente en el misterio pascual de Cristo.
El Arzobispo explicó que la liturgia de Cuaresma propone durante los cinco domingos previos al Domingo de Ramos –inicio de la Semana Santa- un "entrenamiento en el paso de la muerte a la vida", por medio de la "conversión personal", que definió como un "cambio de mentalidad", un "cambio de dirección".
"Que nuestra mentalidad tantas veces lejana al Evangelio, se convierta en mentalidad de Cristo –pidió-. Que la vida cerrada a Dios y al prójimo se abra con docilidad a la misericordia de Dios que vivifica y al amor concreto a los hermanos que transfigura la realidad".
Al igual que el entonces Cardenal Bergoglio y hoy Papa Francisco, en su mensaje para la Cuaresma del 2013, el Cardenal Poli destacó para el 2014 las palabras del profeta Joel que se recuperan para la liturgia del Miércoles de Ceniza: «Rasguen el corazón y no las vestiduras». El Arzobispo indicó que "rasgar el corazón" supone aceptar su vulnerabilidad, su sequedad, su dureza y sus tinieblas, y permitir que por allí entre Jesús.