ROMA,
En una conferencia de prensa en la que presentó su reciente libro sobre la realidad de los pobres y su relación con la Iglesia, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el recientemente creado Cardenal Gerhard Müller, aclaró que la Iglesia tuvo la necesidad de aclarar una problemática Teología de la Liberación que sufrió "presiones" del marxismo.
En la conferencia de prensa de la presentación del libro "Pobres por los pobres: La Misión de la Iglesia" participó además el controvertido teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, autor de dos artículos que aparecen en la tercera parte del libro.
Apartándose de sus radicales ideas expresadas en su obra "Teología de la Liberación, Perspectivas", donde abogaba por la lucha de clases, Gutiérrez señaló en la presentación que "la idea del servicio viene directamente del Concilio Vaticano II" ya que los cristianos están llamados "a servir y a buscar la imagen de Cristo en cada hombre e ir a los confines del mundo y las periferias, como nos invita el Papa Francisco".
Luego de la presentación del libro cuyo prólogo ha sido escrito por el Papa Francisco, el Cardenal Müller dijo a ACI Prensa que la Teología de la Liberación comenzó como una aplicación de la Gaudium et Spes, un documento del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia en el mundo actual, al escenario de América Latina.
Pero precisó que, "cuando una nueva teología está en desarrollo, hay asuntos que deben clarificarse".
Esta necesidad de clarificación hizo que la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida en ese entonces por el Cardenal Joseph Ratzinger (luego Benedicto XVI), emitiera dos instrucciones: La Libertatis Nuntius, de 1984, que condenaba la orientación marxista de la teología de la liberación; y la Libertatis Conscientia, de 1986.