VATICANO,
En su habitual homilía de la Misa que presidió este viernes en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco explicó una fe sin fruto no es una fe verdadera, y explicó que quienes caen en la ideología, son como los demonios que conocen la doctrina pero en realidad no tienen fe.
El mundo está lleno de cristianos que recitan mucho las palabras del Credo y las ponen muy poco en práctica. O de eruditos que encasillan la teología en una serie de posibilidades, sin que tal sabiduría tenga después reflejos concretos en la vida. Francisco dijo que la afirmación del apóstol Santiago es clara "la fe sin el fruto en la vida, una fe que no da fruto en las obras, no es fe".
"También nosotros nos equivocamos a veces sobre esto: 'Pero yo tengo mucha fe', escuchamos decir. 'Yo creo todo, todo...' Y quizá esta persona que dice eso tiene una vida tibia, débil. Su fe es como una teoría, pero no está viva en su vida", subrayó.
"El apóstol Santiago, cuando habla de fe, habla precisamente de la doctrina, de lo que es el contenido de la fe. Pero ustedes pueden conocer todos los mandamientos, todas las profecías, todas las verdades de fe, pero si esto no se pone en práctica, no va a las obras, no sirve. Podemos recitar el Credo teóricamente, también sin fe, y hay tantas personas que lo hacen así. ¡También los demonios! Los demonios conocen bien lo que se dice en el Credo y saben que es verdad".
El Papa Francisco se refirió también a la afirmación de Santiago: "¿Tú crees que hay un solo Dios?" y respondió: "Haces bien; también los demonios lo creen y tiemblan". La diferencia -explicó- es que los demonios "no tienen fe", porque "tener fe no es tener un conocimiento", sino "recibir el mensaje de Dios" traído por Cristo.
El Pontífice precisó que en el Evangelio se encuentran dos signos reveladores de quien "sabe lo que se debe creer pero no tiene fe". El primer signo, ha indicado, es la "casuística" representada por aquellos que preguntaban a Jesús si era lícito pagar las tasas o cuál de los siete hermanos del marido debía casarse con la mujer que había quedado viuda. El segundo signo es "la ideología".