VATICANO,
Esta mañana fue anunciado en la Santa Sede la realización del Simposio "Sacrosanctum Concilium. Gratitud y compromiso por un gran movimiento eclesial", organizado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y que conmemora los 50 años de esta Constitución Conciliar sobre la Sagrada Liturgia promulgada por el Papa Pablo VI el 4 de diciembre de 1963.
El congreso, en colaboración con la Universidad Lateranense, se celebrará en Roma, en la Pontificia Universidad Lateranense, del 18 al 20 de febrero.
En la conferencia de prensa participó Secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Arzobispo Arthur Roche; el Subsecretario, Mons. Juan Miguel Ferrer Grenesche; y el profesor de Historia de la Iglesia Moderna y contemporánea en la Pontificia Universidad Lateranense, Philippe Chenaux.
Mons. Ferrer Grenesche leyó el texto del Prefecto del dicasterio, Cardenal Antonio Cañizares Llovera, quien recordó que el Concilio es "una invitación a la Iglesia a ser ella misma, así como Dios la ha querido y la ha creado, y a actuar de una manera consistente con las vocaciones y la misión que el mismo Dios la ha dado".
"Con el inicio centrado en el tema de la Liturgia se enfatizaba inequívocamente la primacía de Dios en la vida de la Iglesia: en primer lugar Dios... porque cuando la atención en Dios no es lo principal, todo lo demás carece de sentido", añadió.
Los Padres del Concilio Vaticano II, al demostrar dicha prioridad aprobando en primer lugar la Constitución Sacrosanctum Concilium dejaban claro que "lo primero es la adoración: Dios por encima de todo. Partiendo, pues, con el tema de la liturgia, todo el Consejo se puso explícitamente bajo la luz de la primacía de Dios y destacándolo, al mismo tiempo, como una referencia segura del camino a seguir para el futuro".