MÉXICO D.F.,
El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera, dirigió un mensaje al celebrarse hoy la Jornada Mundial del Enfermo cuando la Iglesia festeja a la Virgen de Lourdes, y señaló que ante "la agresión criminal" del aborto y las leyes que promueven la eutanasia "nunca nos cansaremos de proclamar el valor de la vida humana".
En la homilía de la Misa dominical que presidió en la Catedral, el Purpurado afirmó que "nunca nos cansaremos de proclamar el valor de la vida humana, aun en las noches oscuras y en la soledad de la enfermedad, porque nuestra fe en Jesucristo, Dios y hombre verdadero, es la luz que brilla en el mundo del dolor y que ilumina los actos de las tinieblas que intentan colocar leyes injustas para terminar con la vida inocente, tanto en su inicio, en la concepción, como en sus últimas etapas de la enfermedad terminal".
Según señala el SIAME, el Cardenal Rivera recordó a los enfermos que ellos son esa "fuerza invisible" que ha llevado, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a proclamar solemnemente que "la vida humana... desde su concepción es protegida por los más elevados sentimientos de la nación contenidos en Nuestra Constitución".
"Esta declaratoria unánime, por quienes tienen el más alto cargo de cuidar y hacer cumplir las leyes es para todos nosotros un excelente fundamento para comprometernos al inicio del tercer milenio con la causa a favor de la vida y lograr el establecimiento pleno de los derechos del niño todavía en el seno materno. Otra cosa totalmente distinta en esta materia es la ley impuesta al Distrito Federal ya que es una agresión criminal a los niños en el seno materno, y como bien llaman nuestros magistrados al aborto que ahí se propone: 'delito', aunque no sea penalizado".
El Arzobispo Primado de México dijo luego que "quienes han tenido en sus manos la vida que nace, quienes han sostenido y defendido la vida frágil y enferma son quienes deben empezar a proclamar el esplendor del gran don de la vida humana y son a quienes debemos aprender a escuchar".
"En esta cultura que se auto nombra plural y tolerante, la vida humana, en cualquiera de sus etapas, siempre deberá ser, entre los derechos humanos, el derecho fundamental y esencial en cualquier ámbito y nunca ser colocado en duda y mucho menos ser rebajado a encuestas, o referéndum, que bien sabemos pueden ser manipulados por ocultos intereses, y además porque someter los derechos fundamentales al criterio de los gobernantes es implantar la peor de las dictaduras."