LIMA,
Los principales grupos feministas pro aborto del Perú, que durante años ignoraron el drama de las esterilizaciones forzosas especialmente en las zonas rurales del país durante el gobierno de Alberto Fujimori, ahora callan sobre el protagonismo que tuvieron en estos hechos y arremeten contra quienes han exculpado al expresidente.
Quien hace la denuncia es la Oficina para América Latina del Population Research Institute (PRI), que en su último boletín señala que "DEMUS, CLADEM, Manuela Ramos y otras organizaciones feministas que aplaudieron y acompañaron a Fujimori para legalizar e introducir las esterilizaciones en todo el país entre 1996 y 1998, hoy día lo denuncian 'rasgándose las vestiduras'".
"La exculpación de la Fiscalía de la Nación a Alberto Fujimori y tres de sus ministros de Salud ha resucitado sus iras. Sin embargo, mayor es la indignación que han despertado en quienes no olvidan que ellas estuvieron desde el principio con Fujimori".
El PRi recuerda que es otra feminista como ellas y una de las más importantes activistas de este movimiento en el Perú, Maruja Barrig, quien en su libro "Persistencia de la Memoria. Feminismo y estado en el Perú de los 90" (que se puede ver en este enlace http://bit.ly/1bdDBWx) explica que "las feministas no protestaron contra las esterilizaciones desde el principio porque formaban parte de una misma coordinación conocida como la Mesa Tripartita".
Esta Mesa Tripartita tenía como objetivo implementar la salud reproductiva en el Perú, con las esterilizaciones forzosas, especialmente en la zona rural, en 1997, con la ayuda del gobierno, la cooperación internacional y ONGs privadas.
Estas mismas feministas, denuncia el PRI, "recibieron muchísimo dinero de USAID (la agencia de cooperación del gobierno de Estados Unidos) precisamente desde 1995 para sumarse al Programa de Planificación Familiar y Salud Reproductiva en el gobierno de Fujimori".