JERUSALÉN,
La Corte Suprema de Israel aplazó por unos días el veredicto que se esperaba el miércoles 29 de enero sobre el trazado del muro de separación que las autoridades israelíes quieren hacer pasar a través del Valle de Cremisan, por el terreno de 58 familias palestinas de Beit Jala y de dos comunidades religiosas salesianas.
"La destrucción del valle de Cremisan y la expropiación de tierras no puede de ninguna manera ser justificado por razones de seguridad. Desde el comienzo del conflicto, se han sugerido rutas alternativas para el trazado del muro. Si los tres jueces que decidirán son justos y honestos, el muro no pasará por allí. Nosotros, mientras tanto, seguimos orando", expresó a la agencia vaticana Fides el sacerdote salesiano Mario Cornioli desde Beit Jala.
"En la reunión celebrada ante la Corte, añade el padre Cornioli, los abogados de las partes dañadas demolieron las mentiras de los abogados de la otra parte y del responsable del trazado del muro que no dieron una buena imagen".
El valle de Cremisan es el "pulmón verde" principal para la población que vive en la zona de Belén. Si el proyecto se lleva a cabo, los cuatrocientos niños que asisten a la escuela de las Hijas de María Auxiliadora podrían tener una especie de prisión al aire libre, rodeada de barreras y puestos de control.
La demanda en contra de la construcción del muro en el Valle de Cremisan fue presentada por la Society of St Yves la organización católica de derechos humanos relacionados con la Asamblea de los Obispos Católicos de Tierra Santa.
En la audiencia del miércoles 29 de enero también estuvo presente Mons. William Shomali, Vicario Patriarcal del Patriarcado Latino de Jerusalén, varios sacerdotes del Patriarcado, los alcaldes de Belén y Beit Jala y los representantes de los 13 consulados de países extranjeros.