MADRID,
El portavoz de la Conferencia Episcopal Española, el P. José María Gil Tamayo, ha presentado hoy en conferencia de prensa las conclusiones de la Comisión Permanente de los Obispos que se reunieron los días 28 y 29 de enero.
Los prelados han tratado los detalles de la próxima visita ad limina que realizarán del 24 de febrero al 8 de marzo. El 3 de marzo el Papa Francisco recibirá a todos los Obispos de España al mediodía en el Vaticano.
Durante la Comisión Permanente, los Obispos han reflexionado sobre el nuevo Anteproyecto de Ley de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la mujer embarazada. De esta manera, Gil Tamayo considera que se trata de "un avance positivo con respecto a la legislación vigente, que considera el aborto como un derecho", pero también ha recordado que "una ley del aborto por muy restrictiva que fuera, seguiría siendo una ley injusta" porque "nadie tiene derecho en ninguna circunstancia a quitarle la vida a un ser humano inocente".
Ante la eliminación del supuesto que permitiría el aborto por malformación del feto, el portavoz de los Obispos españoles ha declarado que "la eliminación de un ser inocente nunca es la solución a un problema, porque si no terminaríamos a lo bruto con el hambre acabando con las personas" y ha pedido que se promuevan "políticas sociales y leyes de verdadero acompañamiento en favor de los más necesitados y los más débiles".
Además ha asegurado que "la defensa de la vida no es una cuestión conservadora, y la justicia social no es una cuestión de progresismo".
En ese sentido ha explicado que abrir la puerta al aborto en caso de malformación "supondría abrir una puerta a una línea eugenésica, por lo que entraríamos a valorar tipos de calidad de vida", algo que según ha precisado sería comparable a "una línea de selección de la especie", "una puerta enormemente peligrosa de inhumanidad".