BUENOS AIRES,
El Arzobispo de Corrientes (Argentina) y amigo del Papa Francisco, Mons. Andrés Stanovnik, hizo una breve e interesante reflexión del episodio ocurrido hace unos días en la Plaza de San Pedro, luego de que las dos palomas que el Santo Padre soltara acompañado de dos niños, fueran atacadas por un cuervo y una gaviota.
Sobre el episodio de las palomas, Mons. Stanovnik dijo que "hay que poner atención al mensaje de esa alegoría porque refleja el mundo en el que vivimos (…) La propuesta del Papa es una propuesta de paz y, al mismo tiempo, una alerta para no dejarnos tentar por 'los cuervos' que llevamos adentro y que destruyen nuestros vínculos con los demás".
Estos vínculos o ámbitos que son asediados por estos "cuervos" internos, comienzan "por el mundo más cercano y cotidiano que es la pareja, la familia, los vecinos, la comunidad y desde allí la sociedad en la que vivimos".
El Prelado, que es amigo del Papa desde hace muchos años –concretamente desde que ambos estaban en el Colegio Máximo de San José en San Miguel– concedió una entrevista al diario El Litoral, en la que compartió la experiencia de haber encontrado al Pontífice en Roma.
En ella resaltó que "necesitamos reencontrarnos con Jesús y volver a entusiasmarnos con su persona, como alguien que está vivo y actúa si uno lo deja actuar. (…) De esta experiencia nace la cultura del encuentro, porque abre al encuentro con el otro. El amor de Dios, que es real y cuando es auténtico, se expresa necesariamente hacia el otro".
"Si esa cultura es real y verdadera, se abre e incluye a todos, y es especialmente sensible hacia las personas que están al margen. Ahí tenemos las periferias geográficas y existenciales. Es necesario abrir los ojos porque esa 'periferia' puede estar geográficamente muy cerca, en las personas con las que convivo diariamente".