SANTIAGO,
El martes 28 de enero en la madrugada, un grupo de desconocidos ingresó a la Parroquia Espíritu Santo de Iquique (Chile), conocida por los fieles como "El Campanario", y destruyeron las cuatro principales imágenes religiosas de la iglesia.
El hecho, señala la Oficina de Comunicaciones de Iquique, fue descubierto por el sacristán, quien vio las imágenes de San Antonio, la beata Laura Vicuña, la Virgen María y el Señor crucificado, destruidas en el suelo.
De inmediato se informó al Párroco Franklin Luza Zañartu, quien por encontrarse fuera de la ciudad instruyó al diácono permanente de la diócesis de Iquique, Hugo Iriarte, para obtener mayor información de los hechos. En el sitio del suceso trabajaron efectivos de Carabineros de la Sección Investigadora Policial.
Al respecto, el Arzobispo de Antofagasta y Administrador Apostólico de Iquique, Mons. Pablo Lizama Riquelme, señaló que "vivimos en una sociedad que es capaz de revelarse de los valores más preciados que tienen las personas, que es su vida espiritual. Los cristianos, a lo largo de toda la historia, hemos tenido ataques a la Iglesia y a nuestros signos sagrados".
"Estos hechos perversos nos hacen ser más fieles a nuestra fe y a lo que representan las imágenes, especialmente la de la Virgen María para nosotros", dijo el Prelado.
El Administrador Apostólico de Iquique indicó asimismo que "buscaremos a los responsables, no por venganza, sino para saber qué motiva éstos penosos hechos".