Miles de personas han firmado un manifiesto de apoyo a la Santa Sede ante una campaña orquestada por el lobby del aborto para que se le retire su estatus de observador permanente ante las Naciones Unidas.
Los católicos han recibido apoyo de miembros de otros credos para firmar un documento que defiende que "el estatus especial de la Santa Sede le permite alentar un diálogo genuino, promover soluciones pacíficas a los conflictos, y apelar más allá de los simples intereses territoriales de los estados a las conciencias de sus líderes".
La petición fue lanzada por el Instituto Familia Católica y Derechos Humanos el 17 de enero, y en solo tres días había superado las 3 mil firmas.
El documento explicó que el servicio desinteresado y no partidario de la Santa Sede "ha sido siempre apreciado por los estados miembros en las Naciones Unidas".
"Nos unimos a los Estados Miembros en gratitud por el testimonio espiritual y moral de la Santa Sede en las Naciones Unidas", indicó, por lo que "el mundo será mucho más pobre si la voz de la Santa Sede al interior de las Naciones Unidas fuera alguna vez silenciada. Esperamos que ese día nunca llegue".
El presidente del Instituto, Austin Ruse, indicó que la campaña de petición es una respuesta a los esfuerzos de retirar a la Santa Sede de la Asamblea General de las Naciones Unidas.