VATICANO,
Ante miles de fieles y peregrinos esta mañana en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco dedicó su catequesis a reflexionar sobre la Semana de oración por la unidad de los cristianos: "un tiempo dedicado a la oración para seguir la voluntad de Cristo".
El Pontífice recordó que "el sábado pasado ha comenzado la Semana de Oración por la unidad de los cristianos, que se concluirá el próximo sábado, fiesta de la Conversión de San Pablo apóstol. Esta iniciativa espiritual, siempre preciosa, involucra a las comunidades cristianas hace más de cien años. Se trata de un tiempo dedicado a la oración por la unidad de todos los bautizados, según la voluntad de Cristo".
El Santo Padre dijo luego que este año el tema de esta semana vino desde Canadá y hace referencia a la pregunta dirigida por San Pablo a los cristianos de Corinto: "¿Acaso está dividido Cristo?'"
"Ciertamente Cristo no ha sido dividido. Pero debemos reconocer sinceramente, con dolor, que nuestras comunidades continúan a vivir divisiones que son de escándalo. ¡La división entre nosotros cristianos es un escándalo! No hay otra palabra: ¡un escándalo! "Cada uno de ustedes – escribía el Apóstol – dice: 'Yo soy de Pablo', 'Yo en cambio soy de Apolo', 'Y yo de Cefa', 'Y yo de Cristo'".
"También aquellos que profesaban a Cristo como su cabeza no son aplaudidos por Pablo, porque usaban el nombre de Cristo para separarse de los otros al interior de la comunidad cristiana. ¡Pero el nombre de Cristo crea comunión y unidad, no división! Él ha venido para hacer comunión entre nosotros, no para dividirnos. El Bautismo y la Cruz son elementos centrales del discipulado cristiano que tenemos en común. Las divisiones en cambio debilitan la credibilidad y la eficacia de nuestro compromiso de evangelización y arriesgan con vaciar la Cruz de su potencia".
El Santo Padre dijo que pese al "sufrimiento de las divisiones, que lamentablemente todavía permanecen, acogemos, las palabras de Pablo como una invitación a alegrarnos sinceramente de las gracias concedidas por Dios a otros cristianos. Tenemos el mismo Bautismo, el mismo Espíritu Santo que nos ha dado las gracias, reconozcamos y alegrémonos".