ROMA,
La Congregación Salesiana puso en marcha en Filipinas diversos proyectos para ayudar a unas 12.000 personas damnificadas por el paso del tifón Haiyan, que meses atrás golpeó el país asiático.
Los salesianos informaron que estos proyectos son desarrollados por la ONG Don Bosco Mondo y la Procura Misionera de Bonn (Alemania).
En su primera fase, en Candahug, una aldea en la isla de Leyte, se ayudará a 360 familias reconstruyendo sus casas –además de una escuela, un centro social y una capilla– que fueron completamente destruidas durante el paso del tifón; después se ayudará en la reconstrucción de las viviendas de 2.000 familias de la provincia de Samar oriental, Aklan y Cebú septentrional.
Los destinatarios de este proyecto son familias que desde antes de la tragedia afrontan un estado de mucha pobreza. Sus casas no podían resistir el paso del tifón y fueron destruidas completa o gravemente dañadas.
Haciendo referencia al plan "Hyogo" y a la acción "Estratégica Internacional para la Reducción de los desastres" de las Naciones Unidas, los salesianos trabajaron bajo el modelo de reconstrucción de aldea "adoptar y reconstruir una comunidad", es decir trabajar por la reconstrucción sostenible de las estructuras, junto con la población del lugar.
En Candahug los salesianos y el personal de Don Bosco Mondo se comprometieron a adquirir los materiales de construcción y financiar el transporte, mientras que la gente de la aldea tendrá la responsabilidad de contribuir para sostener y garantizar la presencia de los supervisores y los técnicos especialistas.