WASHINGTON,
El Arzobispo de Nueva York (Estados Unidos), Cardenal Timothy Dolan, celebró una Misa en la cárcel de Rikers Island en la víspera de Navidad, donde alentó a los presidiarios a no sentirse solos porque "a los ojos de Dios todos somos presos, todos estamos en prisión por la cadena de nuestros pecados y Dios nuestro Padre envió a su hijo para liberarnos".
Es el tercer año en que el Purpurado acude al centro de detención en un servicio pastoral que inició tras ser nombrado Arzobispo de Nueva York en 2009. "Estoy muy feliz de estar con ustedes. Cuando nos veamos en el más allá diremos sí, el 24 de diciembre del 2013, estuve contigo en Rikers Island", manifestó.
En un breve encuentro con los medios, el Cardenal Dolan informó que visita las cárceles unas tres o cuatro veces al año, e indicó que estos encuentros son una "experiencia única, pues ves que siguen teniendo la chispa de la bondad".
"Es parte de la recuperación y rehabilitación de los presos. No es solamente su pasado el que cuenta, sino su presente y su futuro que está en sus manos", expuso sobre la presencia de la religión en la vida de los presos.
Finalmente, expresó su cercanía con el Papa Francisco. ¿No están contentos de que le hayamos elegido? ¡Es un regalo de Navidad, su entusiasmo es contagioso!", aseguró.