LIMA,
A pocos días de celebrarse la Navidad, el Arzobispo de Piura y Tumbes (Perú), Mons. José Antonio Eguren, afirmó que recordar que Jesús es Dios hace bien en estos tiempos de relativismo y hedonismo asfixiante; por ello exhortó a los católicos a evitar que el fenómeno comercial de las fiestas navideñas "oscurezca el verdadero sentido del misterio del nacimiento del Señor Jesús de Santa María, la Virgen".
"¡Cristo es Dios! ¡Este es el núcleo central del misterio de la fe que confesamos con asombro en la Navidad!", expresó en la exhortación pastoral leída este domingo 22 en todas las parroquias de Piura y Tumbes, en el norte del Perú.
En ese sentido, señaló que "en estos tiempos de relativismo imperante, de materialismo y hedonismo asfixiantes, de egoísmo y consumismo dominantes, y de olvido y huida frente a Dios, qué bien nos viene recordar esta verdad, lógica consecuencia de nuestra propia fe: creer que Jesús es Dios. Y si Jesús es Dios hecho hombre, entonces Él y sólo Él es quien da sentido a la vida. En Él y sólo en Él se encuentra la verdad de la propia existencia y el sentido de este mundo, y por tanto la libertad verdadera, la felicidad y la salvación".
Mons. Eguren recordó que la Navidad "es la buena noticia que Dios asumió la condición humana para sanarla de todo lo que la separaba de Él por culpa de nuestro pecado, para así permitirnos llamarle, en su Hijo unigénito, con el nombre de 'Abbá, Padre', y ser así verdaderamente hijos suyos".
"La sorpresa de Navidad es que Dios se manifiesta en un niño pequeño e indefenso, pobre y frágil y de esta manera está al alcance de todos los que con humildad lo acogen como camino transformador de vida", añadió el Arzobispo, que invitó a los fieles a acercarse "a los nacimientos de nuestros hogares e iglesias, de nuestras plazas y calles", para que al contemplarlos con fe, "brote en cada uno de nosotros la certeza y la alegría de saber que Dios nos ama y que por mí ha venido a la tierra", y que por tanto toda vida humana es digna desde la concepción hasta su fin natural.
"Tomemos conciencia que Dios no ha donado algo, sino que se ha donado a sí mismo en su Hijo Jesús", afirmó el Prelado.
El Prelado peruano también exhortó a los fieles a llevar el mensaje de Cristo a todas las "periferias de la existencia", como pide el Papa Francisco. "No nos olvidemos que Dios eligió 'la periferia' de la ciudad de Belén para nacer y que escogió en primer lugar a gente pobre y marginada, como los pastores, para manifestarse al mundo", recordó.
Por ello, invitó a los peruanos a que en esta Navidad colaboren con los más necesitados no solo con bienes materiales, sino también donándose a sí mismos. "Es más fácil dar algo, pero mucho más difícil es darse uno mismo: el propio tiempo, nuestra presencia y compañía, nuestro amor. Seamos sinceros, en el fondo esto no sólo lo necesitan los más pobres, sino sobre todo nosotros mismos", afirmó.
Finalmente, pidió orar por los que más sufren en el mundo, entre ellos "los miles de damnificados de las Filipinas", "los más de once mil niños muertos por culpa de la guerra en Siria; en los millones de refugiados y desplazados en el mundo entero; en los cristianos perseguidos por causa de su fe en todo el mundo, pero especialmente en la Tierra Santa donde nació el Reconciliador de la humanidad".
"A todos los exhorto en Navidad a anunciar 'la inescrutable riqueza de Cristo'. La obra de caridad más importante de todas, sin descuidar las demás, es compartir la propia fe, porque ella nos da la vida eterna", concluyó.
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