MONTEVIDEO,
Con el respaldo del presidente de Uruguay, José Mujica -que también ha promovido la ley que permite el aborto y el mal llamado "matrimonio" gay- el Senado de ese país votó ayer a favor de la legalización de la marihuana, determinando que su venta quedará en adelante en manos del Estado. La medida disparó inmediatas protestas tanto a nivel nacional como internacional, que alertan sobre el fracaso de otras naciones que tienen normas similares.
La expectativa del gobierno uruguayo con esta ley es que al asumir el Estado el comercio de esta droga, se reducirá el narcotráfico.
Sin embargo, en declaraciones al diario uruguayo El País, el senador del Partido Nacional, opositor al régimen de Mujica, Carlos Moreira, advirtió que si lo que se buscaba el mandatario al impulsar esta ley era terminar con el narcotráfico "no se va a lograr y además se genera un lío enorme, porque será imposible controlar el límite para el autocultivo".
"La marihuana va a estar al alcance de la mano y de esa forma se va a aumentar notablemente el consumo, así pasó en la mayoría de los países que legalizaron", indicó.
Moreira también criticó la falta de coordinación con otros países de la región que sufren el flagelo del narcotráfico, como es el caso de Brasil y México.
"No consultamos a nuestros vecinos y Brasil está tomando medidas totalmente diferentes, quiere penalizar hasta el consumo", dijo.