VATICANO,
"Recemos para que en Tierra Santa y en todo Oriente Medio la paz se alce de nuevo tras las paradas recurrentes y dramáticas y que, en cambio, cesen por siempre la enemistad y las divisiones". Este ha sido el llamado del Papa Francisco en la Misa matutina en la Casa de Santa Marta.
Ha sido una celebración especial, concelebrada con el Patriarca de Alejandria de los Coptos Católicos, Ibrahim Isaac Sidrak, con motivo de la manifestación pública de la comunión eclesiástica solicitada por el Patriarca y concedida en su día por el Papa Benedicto XVI.
Francisco ha retomado las palabras del profeta Isaías que hablan de un despertar de los corazones en espera de la llegada gloriosa del Señor, diciendo: "Sentimos que el llamamiento a los "temerosos de corazón", se dirige a cuantos en vuestra amada tierra de Egipto experimentan la inseguridad y la violencia, a veces debido a su fe cristiana: "Valor, no teman: éstas son las palabras de consuelo que se confirman en nuestra solidaridad fraternal. Doy gracias a Dios por este encuentro que me brinda la ocasión de reforzar vuestra esperanza y la nuestra, porque es la misma".
"El Evangelio -ha continuado el Santo Padre- nos presenta a Cristo que vence la parálisis de la humanidad...Las parálisis de la conciencia son contagiosas. Con la complicidad de las mezquindades de la historia y de nuestro pecado, pueden expandirse y entrar en las estructuras sociales y en las comunidades hasta bloquear pueblos enteros. Pero el mandato de Cristo: 'Levántate y anda', puede trastocar la situación".
"Recemos con confianza -ha pedido Francisco- para que se reanuden prontamente los acuerdos de paz, a menudo paralizados por intereses contrapuestos y oscuros. ¡Que finalmente se den garantías reales de libertad religiosa a todos, junto con el derecho de los cristianos de vivir serenamente allí donde han nacido, en la patria que aman como ciudadanos desde hace dos mil años, para contribuir como siempre al bien de todos. El Señor Jesús que experimentó con la Sagrada Familia la fuga y fue acogido en vuestra generosa tierra, vele sobre los egipcios que por los caminos del mundo buscan dignidad y seguridad".
"Y vayamos siempre adelante, buscando al Señor, buscando caminos nuevos...para acercanos a El. Y si hiciera falta abrir un agujero en el techo para acercarnos todos al Señor -ha exclamado Francisco- que nuestra imaginación creativa de la caridad nos lleve a hacerlo: a encontrar y a construir caminos de encuentro, de hermandad, caminos de paz".