ROMA,
El portavoz de la Conferencia Episcopal de Sudáfrica, Padre Similo Mngadi, aseguró esta mañana que la muerte de Nelson Mandela, ha sido una gran pérdida para todo el mundo y los católicos del país.
"Mandela te hacía sentir humano y querer ser humano. Para los católicos y su libertad, si lo definiera en una palabra, sería: reconciliación. El era un punto de cohesión. Fue un hombre bueno que supo unir a todo el mundo", declaró el 6 de diciembre el P. Mngadi a ACI Prensa.
A la edad de 95 años la vida de Mandela se apagó ayer en su casa de Johanesburgo, a las 08:50 p.m., después de pasar cinco meses ingresado en hospital de Pretoria a causa de una infección pulmonar.
"La muerte ha tocado a todo el pueblo, él era un icono para todo el mundo, y trabajó en el pasado con varios cardenales de la Iglesia Católica y ha seguido trabajando hasta nuestros días", añadió el vocero de la Conferencia Episcopal.
En efecto Mandela fue un gran amigo de un sacerdote católico que con el tiempo, llegaría a ser nombrado Arzobispo de la Ciudad del Cabo, Mons. Stephen Naidoo que falleció en 1989.
Mandela sentó las bases de una nueva democracia en el país sudafricano, por ser el líder de la lucha por la abolición del apartheid, el sistema de segregación racial reinante en Sudáfrica que se mantuvo en vigor hasta el año 1993.