CORDOBA,
El Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, publicó su carta pastoral con motivo del Adviento en la que invitó a los fieles aprovechar este tiempo especial de esperanza, pues Cristo sigue yendo al encuentro de los hombres alejados por el pecado.
Mons. Fernández dijo que el Adviento, que empieza este domingo, es un momento especial de esperanza en el que se espera la llegada del Señor. Por eso el Obispo de Córdoba ha recordado que "la oración más antigua de la comunidad cristiana es: ¡Ven, Señor! (Maranatha!)". Una oración que según afirma el Obispo "ha sostenido la esperanza de muchos corazones".
En ese sentido, indicó que pese a que el hombre en ocasiones rompe su relación con Dios, Éste siempre "le ofrece de nuevo y con creces la salvación rechazada". "La historia del hombre, por tanto, se convierte en una lucha dramática entre los extravíos del hombre y Dios que sale al encuentro de ese mismo hombre extraviado, ofreciéndole su casa, abriéndole los brazos, brindándole su perdón y derrochando con él su misericordia".
"Verdaderamente, Dios es amigo del hombre, y más todavía del hombre roto por el pecado y por sus propios extravíos", aseguró.
Explicó que en este "cruce de caminos, de Dios al hombre y del hombre a Dios, está situado Jesucristo", a quien Mons. Fernández define en su carta como "nuestro hermano mayor, el que nos enseña el camino para volver a la casa del Padre. La salvación del hombre tiene nombre, se llama Jesucristo".
Jesús, afirmó, sigue todavía hoy saliendo al encuentro de los hombres, "viene ahora en cada persona y en cada acontecimiento, provocando en cada uno de nosotros un encuentro con él". Un encuentro que según ha precisado el Prelado tiene lugar "en la fe y en la caridad, generando en nosotros una esperanza que no se acaba".
"Por eso, el tiempo de Adviento es tiempo de esperanza. Esperamos la última venida del Señor, esa que a los cristianos de todos los tiempos les ha mantenido en vela, a veces incluso en medio de grandes dificultades", afirmó.
Finalmente, aseguró que el tiempo de Adviento ayuda a situar en perspectiva nuestra vida, y pone en el centro a Jesucristo "y a la Madre que le lleva en su seno", pero especialmente es un tiempo que "nos habla de algo nuevo, que Dios va haciendo en el corazón de cada hombre".
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