VATICANO,
Reflexionando esta mañana sobre la importancia del diálogo interreligioso, el Papa Francisco precisó que "no imponemos nada" ni "usamos una estrategia asolapada" para atraer a las personas a la Iglesia, sino que "testimoniamos con alegría lo que creemos y lo que somos".
El Papa Francisco ha acogido con estas palabras a los participantes en la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso -que preside el Cardenal Jean-Louis Tauran- y que ha estado dedicada al tema "Miembros de diferentes tradiciones religiosas en la sociedad".
El Santo Padre dijo que "el diálogo interreligioso y la evangelización no se excluyen, sino que se alimentan recíprocamente. No imponemos nada, no usamos ninguna estrategia solapada para atraer a los fieles, sino que testimoniamos con alegría y sencillez lo que creemos y lo que somos. En efecto, un encuentro en el que cada uno dejase de lado lo que cree o fingiera renunciar a lo que más quiere, no sería una relación auténtica y en ese caso se podría hablar de una fraternidad fingida".
"Dialogar -ha explicado Francisco- no significa renunciar a la identidad propia cuando se sale al encuentro del otro, ni tampoco ceder a compromisos sobre la fe y la moral cristiana. Al contrario, la verdadera apertura implica mantenerse firme en las propias convicciones más hondas, con una identidad clara y gozosa y por eso abierta a comprender las razones de los otros convencidos de que el encuentro con quien es distinto puede ser una ocasión de enriquecimiento y testimonio".
El Papa también destacó que "la Iglesia Católica es consciente del valor que reviste la promoción de la amistad y del respeto entre hombres y mujeres de tradiciones religiosas diversas. Cada vez comprendemos más su importancia, sea porque el mundo se ha vuelto, de alguna manera, 'más pequeño', sea porque el fenómeno de las migraciones aumenta los contactos entre personas y comunidades de tradiciones, culturas y religiones diversas. Este hecho interpela nuestra conciencia de cristianos y es un reto para la comprensión de la fe y para la vida concreta de muchísimos creyentes".
El Pontífice citó asimismo su reciente exhortación apostólica "Evangelii gaudium" para reafirmar que "una actitud de apertura en la verdad y en el amor debe caracterizar el diálogo con los creyentes de las religiones no cristianas, a pesar de los varios obstáculos y dificultades, particularmente los fundamentalismos de ambas partes".