MADRID,
El nuevo Secretario General del Episcopado, P. José María Gil Tamayo, participó en la presentación de los balances y la liquidación presupuestaria de 2013 junto con los criterios de constitución y distribución del Fondo Común Interdiocesano para 2014 y los presupuestos de la CEE, donde subrayó la importancia de la transparencia económica, que ha calificado como "un deber de cara a la ciudadanía".
El nuevo portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) destacó en ese sentido "la profundización en la línea de transparencia en materia económica, que ya se venía tomando en esta casa y que el Papa Benedicto XVI ya inició en la Santa Sede y que posteriormente el Papa Francisco ha puesto en primer plano porque en esto nos va la credibilidad a la Iglesia".
Precisó que "la Iglesia está en esa clave de autofinanciación, en nuestro país lo hace con la intermediación de la administración pública pero se somete a un referéndum anual que los ciudadanos, especialmente los católicos, deciden libremente, sin tener que aumentar sus impuestos, elegir si destinar a la Iglesia católica o a otros fines, dónde quieren que vaya parte de su contribución".
Por eso ha subrayado que dentro de este proceso "el Estado es un mero intermediario, no vivimos de él. Por eso es nuestra obligación de cara a la ciudadanía darles un buen destino a esas cantidades. Y de ahí nuestro deber de transparencia, de claridad, en el que vamos a seguir insistiendo y trabajando en la línea en la que lo está haciendo ya esta casa".
De esta manera, Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE desde el año 2005 ha presentado los datos relativos al Fondo común interdiocesano, que es el dinero que sale de la asignación tributaria y de las propias aportaciones de solidaridad que realizan las diócesis y el presupuesto de la Conferencia Episcopal.
Los datos definitivos del Fondo Común Interdiocesano (FCI) se tendrán entre abril y mayo de 2014 porque corresponden a la última campaña de la renta, por eso según comentó Giménez, se decidió trabajar con la hipótesis de que la cantidad será la misma que en año 2012, es decir 247,9 millones de euros.
En ese sentido, dijo que se destinarán 6 millones de euros a Cáritas diocesanas para ayudas, 4,8 millones de euros a campañas de financiación y memoria, y que además, todas las diócesis españolas aportarán , según sus posibilidades, en torno a los 15 millones de euros al FCI.
Ante las preguntas de los periodistas sobre la actual situación de la frontera entre Melilla (España) y Marruecos, donde cada día cientos de magrebíes intentan cruzar hacia territorio español, el P. Gil dijo que como hijo de emigrante en Alemania, tiene una especial sensibilidad ante estas cuestiones y ha asegurado que "habría que regular la entrada, pero siempre desde el respeto básico y esencial a la vida. El inmigrante no es un peligro".
El sacerdote explicó que desde la Doctrina Social de la Iglesia el migrante "es alguien que aporta a la construcción social de un país. Y eso es algo que grandes naciones que han entendido". Además también ha añadido que esa no es la manera de regular la entrada a un país, "no se puede atentar contra la vida y menos a la vida de unas personas desvalidas que buscan mejores condiciones de vida bajo el derecho humano que es el de la libre movilidad".
Y también se ha referido a los miles de emigrantes españoles, "la dura realidad de tantos jóvenes mejor formados que nunca, que tienen que buscar una salida profesional fuera de España".
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