MÉXICO D.F.,
En el marco de la clausura del Año de la Fe, el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, preside este sábado 23 de noviembre a las 4:00 p.m. la coronación del monumento a Cristo Rey construido en el Santuario de la Virgen de Guadalupe.
Según señala el SIAME, "uno de los momentos más importantes de este evento será cuando el Arzobispo de México consagre a los mexicanos al Sacratísimo Corazón de Cristo Rey, tal como se hizo hace casi un siglo, el 11 de enero de 1914".
En aquella ocasión, en una Misa en la Catedral Metropolitana se realizó la deseada consagración, y mientras el Arzobispo de México depositaba a los pies de la imagen las insignias reales, los jóvenes presentes empezaron a gritar: "¡Viva Cristo Rey!" Esta Consagración se realizó con la fórmula de Consagración de León XIII, aunque México renovó su consagración en el Congreso Eucarístico de 1924 con una fórmula especial.
Para conmemorar este centenario y dar respuesta al llamado del Papa Francisco de salir al encuentro de los hermanos y confesar el Evangelio para fomentar y reavivar la espiritualidad y la unión de los fieles con la Iglesia Universal, surgió la iniciativa, por parte de un grupo de laicos, de levantar este monumento en la Basílica de Guadalupe.
"Nuestro país atraviesa por una situación difícil y la idea nace básicamente de la necesidad de muchas familias mexicanas de heredarles un mejor mundo a nuestros hijos. De ir caminando para trazar el camino y dejar un legado de esperanza en un punto muy especial de encuentro con Cristo, como es la Villa de Guadalupe", señaló Luis Miguel Álvarez Pérez, uno de los promotores.
"La coronación de esta escultura es un acto simbólico que recuerda la importancia de otorgarle a Cristo el cetro de un poder absoluto para regir y gobernar a su pueblo amado", añadió.
Explicó que se escogió el Santuario Mariano para aprovechar la intercesión de la Virgen de Guadalupe, pero además, "porque no hay mejor lugar para unir y sintetizar la esperanza de México, y proclamarla con el grito: ¡Viva Cristo Rey!, ¡Viva la Virgen de Guadalupe!".
La escultura de bronce mide seis metros de alto y presenta a Cristo de cuerpo entero, coronado como Rey, con su Sagrado Corazón expuesto, con el cetro en su mano izquierda y su mano derecha en señal de bendición, parado sobre un mundo.
En total, con la base, mide nueve metros de alto y fue realizada por el escultor Francisco Cárdenas, creador de la estatua de Juan Pablo II que se encuentra en el atrio de la Catedral Metropolitana.
Además, el monumento –que estará ubicado en la subida al Cerrito del Tepeyac– tendrá una hermosa entrada denominada "Camino de las Bienaventuranzas", con doce estaciones de cantera. La primera con una frase de Juan Pablo II como introducción a las Bienaventuranzas; la segunda dedicada al Sagrado Corazón de Jesús y la tercera al Inmaculado Corazón de María, para luego continuar con las nueve Bienaventuranzas. El pasillo remata en un atrio donde estará ubicada la escultura de Cristo Rey.
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