LIMA,
La comunidad de consagradas Siervas del Plan de Dios, con presencia en Filipinas, se ha dedicado a llevar alivio a los damnificados que dejó a su paso por el país el tifón Haiyan.
El pasado fin de semana, junto con voluntarios del Movimiento de Vida Cristiana (MVC), las hermanas Carmen Reyes, Keyla Basurto, Daniela Ruiz, de Perú y dos hermanas filipinas, acudieron a las localidades de Medellin, San Remigio y Bantayan, al norte de Cebú, a cinco horas del lugar donde se encuentra su comunidad, llevando catequesis para los adultos, jóvenes y niños, distribuyeron alimentos, además de cientos de rosarios y estampitas.
"Pudimos conversar con ellos, escuchar sus historias, consolarlos y confortarlos, recibían con mucha alegría la ayuda y estaban muy agradecidos porque sabían que Dios no los había abandonado", recordó la hermana Carmen Reyes, oriunda de la localidad de Trujillo, al norte del Perú.
La religiosa aseguró que "la experiencia de este fin de semana ha sido gratificante: ver al pueblo filipino rezando con voz firme y convencidos que Dios los va escuchar fue algo impresionante y muy conmovedor".
Las Siervas del Plan de Dios indicaron que "en ningún momento escuchamos que se quejaran ante la tragedia, sino que más bien nos daban una lección de fe y esperanza a todos los que fuimos".
Actualmente, las religiosas se encuentran acompañando a cientos de habitantes de Tacloban que han sido trasladados a lugares de refugios temporales en Cebú.