BUENOS AIRES,
Con motivo de celebrarse el 131 aniversario de la fundación de la ciudad de La Plata (Argentina), el Arzobispo Héctor Aguer, advirtió que "en la ciudad contemporánea –y digamos, más concretamente, en la Argentina de hoy– se hacen sentir dolorosamente defectos, carencias, verdaderas lacras".
Describiendo así que las lacras son "la agresividad descontrolada, la violencia, en un contexto más amplio de discordia, de dificultad creciente para la escucha recíproca, el diálogo y la búsqueda de consensos; los atentados contra la vida y la dignidad humana en la trata de personas, la difusión de la droga, el abandono en la marginalidad y las disimuladas formas de explotación".
Mons. Aguer enfatizó que "son males reales que proceden del extravío de la libertad, de la ausencia de solidaridad, de la pérdida del sentido de la vecindad, de 'projimidad'; no son fenómenos fatales de la naturaleza".
En esta ceremonia de aniversario de la ciudad estuvieron presentes funcionarios y autoridades comunales y la ciudadanía en general.
El Arzobispo recordó el sufrimiento de la ciudad con la inundación ocurrida este año, y cuyas consecuencias "se hacen sentir todavía penosamente", y resaltó que "reconforta considerar la manifestación espontánea de vecindad de tantas personas e instituciones que de inmediato se dispusieron a ayudar" afirmando que esa actitud es "síntoma de buena salud social".
Habló también de cómo los estudios de concentración urbana y desarrollo histórico demuestran que en La Plata "el signo por excelencia es esta catedral, pensada y erigida en el corazón de la ciudad".