MADRID,
La periodista y madre de familia italiana, Costanza Miriano, da cuenta de su sorpresa ante la polémica levantada en España por la publicación de su libro "Cásate y sé sumisa". En un artículo publicado en el diario italiano 'Il Foglio', la autora afirma que quienes critican la obra defienden la "dictadura de la ideología de género que como es falsa tiene que ser impuesta por la fuerza".
La autora de 'Cásate y sé sumisa', publicado por la editorial Nuevo Inicio que depende del Arzobispado de Granada (España), dice también en el artículo que "mi libro sería el primero censurado después del régimen de Franco", aunque "siempre se puede no comprar".
"La esposa prohibida" es el título del artículo publicado en 'Il Foglio' en el que Miriano cuenta, con sentido del humor, cómo ha vivido el revuelo causado en España por la publicación de su libro: "el lunes por la mañana me despierta una llamada. Una periodista, muy nerviosa, me pide en español que le explique qué es la sumisión y de ser posible en menos de dos minutos".
Después de esa llamada Costanza Miriano atiende otra... y otra de televisoras, radios, agencias de noticias, etc. "Ninguno de los que me llama ha leído el libro", explica y dice que se esfuerza por hacer entender que "la sumisión es una palabra de San Pablo y que nada tiene que ver con la violencia".
Miriana relata que el argumento que explica a los periodistas siempre es el mismo: "el problema de la mujer es el deseo de controlarlo todo y el del hombre el egoísmo, que ser sumisas significa dejar de controlar y permitir a los otros ser como son, sin dejar de querer cambiarlos", pero según cuenta la escritora, "para entonces los periodistas ya han colgado la llamada".
Constanza Miriano dice que preguntó a una periodista por qué tanto interés por el libro, y que ésta le contestó que "el problema no es el libro que ha escrito sino que la editorial que lo ha traducido es del Arzobispado de Granada, del Obispo que ha dicho que se pueden violar las mujeres que han abortado". Tras la tremenda sorpresa que le genera esta afirmación, Miriano reproduce las palabras de "su editor", el Arzobispo de Granada, a las que la periodista se refiere. El Prelado no dijo eso, sino que hablaba "de la enorme violencia sobre el cuerpo de la mujer que es el aborto y dejar que la mujer sola afronte sus consecuencias".