VATICANO,
En la primera ordenación episcopal que ha presidido en sus poco más de siete meses de pontificado, el Papa Francisco explicó que el Episcopado, el ser Obispo, es un servicio y no un honor.
Así lo indicó esta tarde (hora local) en la homilía de la Misa de ordenación episcopal de Mons. Jean-Marie Speich, Nuncio Apostólico in Ghana, y de Mons. Giampiero Gloder, Presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica.
El Santo Padre ha leído la homilía ritual prevista para estas Misas y ha añadido algunas de sus reflexiones: "en cuanto a ustedes, Jean Marie y Giampiero, elegidos por el Señor, mediten sobre el hecho que han sido elegidos entre los hombres y para los hombres, han sido constituidos en las cosas que tienen que ver con Dios. 'Episcopado', de hecho, es el nombre de un servicio, no de un honor".
Al Obispo, explicó el Papa, "le compete más servir que dominar, según el mandamiento del Maestro 'que el más grande entre vosotros, se haga el más pequeño. Y quien gobierna sea como aquel que sirve'". "Siempre en servicio, siempre el servicio", agregó el Santo Padre.
El Pontífice retomó luego la homilía ritual y dijo: "anuncien la Palabra en toda ocasión: oportuna y no oportuna. Amonestan, alienten y exhorten con toda magnanimidad y doctrina. Y mediante la oración y el ofrecimiento del sacrificio por vuestro pueblo, obtengan de la plenitud de la santidad de Cristo la multiforme riqueza de la divina gracia".
Francisco, regresó luego a su propia reflexión y resaltó que la importancia de la oración: "recuerden que el primer conflicto en la Iglesia de Jerusalén, cuando los obispos tenían mucho trabajo para custodiar a las viudas, los huérfanos decidieron nombrar a los diáconos. ¿Para qué? Para rezar y predicar la Palabra. Un Obispo que no reza es un Obispo a mitad de camino. Y si no reza el Señor termina en la mundanidad".