VATICANO,
En su catequesis de esta mañana ante miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro, el Papa explicó que la Iglesia es Apostólica porque está fundada sobre los Apóstoles y como tal, debe rezar y anunciar el Evangelio. El Santo Padre explicó también que una Iglesia que se encierra en sí misma, en su pasado y en las pequeñas normas rutinarias "traiciona su identidad".
El Santo Padre dijo que "la Iglesia hunde sus raíces en las enseñanzas de los Apóstoles, verdaderos testigos de Cristo, pero mira al futuro, tiene la firme conciencia de ser enviada por Cristo, de ser misionera, llevando el nombre de Jesús con la oración, el anuncio, el testimonio. Una Iglesia que se encierra en sí misma, en el pasado, una Iglesia que mira sólo las pequeñas reglas rutinarias traiciona su identidad".
Durante la catequesis de la audiencia general en la Plaza de San Pedro ha afirmado que "profesar que la Iglesia es apostólica significa subrayar el vínculo constitutivo que tiene con los apóstoles, con aquel pequeño grupo de doce hombres que Jesús llamó un día por su nombre, para que permaneciesen con él y para enviarlos a predicar. 'Apóstol' es una palabra griega que significa 'mandado', 'enviado'".
"Los apóstoles fueron escogidos, llamados y enviados por Jesús para continuar su obra, es decir rezar, que es la primera tarea de un apóstol y segunda anunciar el Evangelio", ha subrayado el Pontífice, recordando que en los primeros años de la Iglesia, para que los apóstoles pudieran tener también tiempo para rezar, se instituyeron los diáconos que les ayudaban en la misión evangelizadora.
"Cuando pensamos en los sucesores de los apóstoles, los obispos, incluido el Papa, porque él también es obispo, tenemos que preguntarnos si este sucesor de los apóstoles, en primer lugar reza y después anuncia el Evangelio. Esto es ser apóstol y por eso la Iglesia es apostólica".
La Iglesia es apostólica "porque está edificada sobre la predicación y la oración de los Apóstoles, en la autoridad que les dio Cristo mismo", dijo el Papa citando a San Pablo que ,en la carta a los cristianos de Éfeso, los compara con "piedras vivas que forman un edificio que es la Iglesia, y este edificio está fundado sobre los Apóstoles, como columnas y la piedra que sostiene todo es Jesús mismo".