BUENOS AIRES,
El Arzobispo de Santa Fe y Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. José María Arancedo, comentó algunas de las razones por las cuales las mujeres no pueden ser sacerdotes y resaltó que el sacerdocio católico debe ser entendido a partir de Jesucristo, la Iglesia y el mundo.
En una reciente reflexión radial, el Prelado afirmó que "cuando se plantea el tema del sacerdocio desde la persona y el ministerio de Jesucristo, y no sólo como un ministerio en la Iglesia, pienso que es más fácil comprender el significado que tiene la no ordenación de mujeres, es decir, que sólo sean hombres los llamados al sacerdocio ministerial".
"No cabe decir que esta decisión de Jesús pertenece a la cultura de una época, por el contrario, él trató a todas las mujeres con amor y respeto, incluso a las que fueron denunciadas como pecadoras", precisó.
El Arzobispo destacó que "no podemos, además, dudar de la importancia de la Virgen María en el plan de Dios, sin embargo, no la eligió a ella para el ministerio sacerdotal. María estaba con los apóstoles y cumplió, diría, una función tal vez superior de presencia y santidad en la vida de la Iglesia naciente, pero no era sacerdote".
"Esto no fue un acto de discriminación de su Hijo. El distinguir la función propia de un ministerio eclesial, de la elección única y personal de un joven, de un varón, para el sacerdocio tiene su fuente en el Evangelio como en la misma tradición de la Iglesia", aseguró.
El Prelado recordó que este lunes 30 de septiembre, fiesta de San Jerónimo, patrono de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, se realizan en la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe las ordenaciones sacerdotales.