MADRID,
El Arzobispo de Valladolid (España) y también vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Ricardo Blázquez, celebra sus bodas de plata episcopales y presenta su libro "Del Vaticano II a la Nueva Evangelización", con recuerdos y estudios sobre sus últimos años.
Hace 25 años, Mons. Ricardo Blázquez fue nombrado Obispo Auxiliar de Santiago de Compostela. El pasado 29 de mayo se celebró en la catedral de Valladolid, diócesis de la que es obispo desde 2010, una Eucaristía de acción de gracias.
Aprovechando este aniversario ha reunido sus recuerdos de los últimos años en el libro "Del Vaticano II a la Nueva Evangelización" y es que en una entrevista concedida a la Cadena COPE, en España, Mons. Blázquez afirma que en cierto modo, la Nueva Evangelización ya comenzó con el Concilio Vaticano II.
"Juan Pablo II ya dijo que el Vaticano II era la puesta en marcha de una gigantesca evangelización de nuestra época", afirma el Arzobispo de Valladolid y resalta que desde la convocatoria de este Concilio por Juan XXIII "el sentido evangelizador del Vaticano II era claro".
Mons. Blázquez recordó cómo vivió él esos años de Concilio: "yo era seminarista en Ávila, allí respirábamos una atmósfera tanto de Teología, por parte de los educadores, como de espiritualidad y de horizonte que era una atmósfera conciliar".
Preguntado por la aplicación de las conclusiones del Concilio Vaticano II, el Arzobispo asegura que tuvo distintas fases de recepción, pero que desde Juan XII hasta Francisco se ve que "cada Papa ha impreso su propio sello en el post concilio" siempre dentro de la "hermenéutica de la continuidad".
"Pablo VI llevó a cabo los mandatos de reforma con una fidelidad inigualable, aunque en algunos casos esos mandatos de reforma quedaron desbordados por iniciativas diversas que no correspondían. El pontificado de Juan Pablo II fue de asentamiento de las aplicaciones del Concilio y se ve en sus encíclicas. Los años de Benedicto XVI han sido de una ayuda insustituible y preciosísima para hacer la profesión de fe. Cada Papa ha impreso su sello particular en el post concilio", explicó el Obispo.
Una continuidad que Monseñor Blázquez ha subrayado que existe entre los pontificados de Benedicto XVI y Francisco, "una continuidad absolutamente clara no solo por la relación de amigos, de hermanos que tienen, siendo a la vez evidente que cada uno imprimirá su propio sello".
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