BUENOS AIRES,
Los hechos vandálicos en la iglesia de San Ignacio de Loyola, el templo más antiguo de la Ciudad, y la profanación del altar perpetrados por un grupo de alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires (Argentina), sigue generando el rechazo de diversas instituciones y demuestran que los credos reconocidos en el país comparten la convicción de defender de todos los símbolos religiosos.
Sobre estos hechos la Acción Católica Argentina señala que "a la vez que repudiamos lo sucedido, llamamos la atención sobre la necesidad de valorar el diálogo libre y responsable como medio de expresión de la propia identidad e intereses, búsqueda de encuentro y medio para dirimir discrepancias".
"¡Si a la Convivencia, con respeto y en Paz! ¡No a la violencia, en cualquiera de sus formas! Nuestra solidaridad y oraciones, como señales de desagravio a un lugar histórico, consagrado a la alabanza, la comunión, el perdón y la reconciliación", resaltan.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día en la Argentina manifiesta por su parte "su profundo pesar" y recuerda que "este recinto religioso de culto, que además es monumento histórico nacional desde 1942, merece respeto y consideración, valores que en este caso han sido dejados de lado y cambiados por un acto de profanación. Nos preocupa que, como sociedad, nos estemos habituando a estas actitudes vandálicas y las estemos considerando como naturales".
El Consejo Argentino para la Libertad Religiosa afirma que el tenor de las pintas tales como "La única Iglesia que ilumina es la que arde", menoscaba "no sólo el sentimiento de los fieles católicos sino de todos quienes adhieren a una iglesia, comunidad o confesión religiosa y además de todas las personas que creen en los valores del pluralismo".
"Si nuestro objetivo como sociedad es avanzar hacia una democracia plena y hacia la construcción de ciudadanía, hechos de estas características marchan en el camino exactamente opuesto", destacan.