ROMA,
El Papa Francisco recibió ayer jueves a los miembros de la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) a quienes pidió ser una Iglesia cercana y abierta a todos que promueva la paz y la reconciliación en el país.
El Santo Padre resaltó la necesidad de que al ser cercana, la Iglesia sea fiel a su misión evangelizadora y promotora del diálogo. Enfatizó además la dimensión de cercanía a los más pobres y necesitados de la sociedad. Para ello pidió que no fueran ni obispos ni sacerdotes príncipes, sino ministros encarnados y buenos testimonios vivos de fe.
El Papa también exhortó a ser promotores del diálogo, la paz y la reconciliación. En esta misma línea, los obispos venezolanos le agradecieron su mensaje del pasado 21 de abril, cuando precisamente el Santo Padre los invitaba a ser un ámbito de encuentro para el diálogo y reconciliación de Venezuela.
"La Iglesia no debe dejarse dominar por la polarización y debe estar al servicio de todos", les dijo Francisco en su mensaje. A la vez, los obispos le indicaron al Papa las dificultades que en los últimos tiempos se ha vivido en el país, para lo cual el Papa dio palabras de entusiasmo y de esperanza.
"El Santo Padre es consciente y conoce la situación socio-política del momento actual que vive el país y del cual se le dio una breve descripción", comentó uno de los obispos.
El Papa también resaltó la importancia del trabajo con los jóvenes, la pastoral vocacional y su sentido misionero.