VATICANO,
El Papa Francisco explicó que todas las personas están llamadas a vivir el amor y la caridad concreta, especialmente ante las personas más necesitadas como los pobres y los reclusos, y que estas obras de solidaridad deben hacerse de corazón y con humildad, ya que no pueden ser "un asistencialismo para tranquilizar conciencias".
Así lo indicó el Santo Padre ayer en Cagliari (Italia) en su encuentro con los presos y con un grupo de pobres que reciben asistencia de la Cáritas local en la Catedral. El Papa dijo "gracias a todos por estar aquí, hoy. En vuestros rostros veo fatiga, pero también esperanza. Siéntanse amados por el Señor, y también por tantas personas buenas, que con sus oraciones y con sus obras, ayudan a aliviar los sufrimientos del prójimo".
"Yo me siento en casa aquí. Aquí sentimos en modo fuerte y concreto que somos todos hermanos. Aquí el único Padre es nuestro Padre celeste, y el único Maestro es Jesucristo. Y lo primero que quiero compartir con vosotros es la alegría de tener a Jesús como maestro y modelo de vida. Todos nosotros tenemos dificultades, todos. Todos los que estamos aquí, todos, tenemos miserias... fragilidad. Ninguno aquí es mejor que el otro, todos somos iguales ante el Padre. Todos".
El Papa dijo luego que "mirando a Jesús vemos que eligió el camino de la humildad y del servicio. ... no fue indeciso, ni indiferente: hizo una elección y la llevó adelante hasta el final. Eligió hacerse hombre, y como hombre hacerse siervo, hasta la muerte en la cruz. Éste es el camino del amor, no hay otro. De ahí que la caridad no es un simple asistencialismo, y menos aún, un asistencialismo para tranquilizar conciencias. No, eso no es amor, ¡eso es negocio! El amor es gratuito. La caridad, el amor, son una elección de vida".
"No hay otro camino para este amor: ser humildes y solidarios. Esta palabra 'solidaridad', en esta cultura del descarte, donde lo que no sirve se tira.. para quedar sólo quienes se sienten justos... puros...limpios ¡Pobrecillos!.. Esta palabra 'solidaridad' corre el riesgo de que la borren del diccionario porque molesta, porque obliga a mirar al otro y entregarte a él con amor.".
Pero el camino de la humildad y la solidaridad, añadió el Papa, no lo han inventado los curas, procede de Jesús y "no es un moralismo o un sentimiento...La humildad de Cristo es real, es la elección de ser pequeño, de estar con los pequeños, con los excluidos, de estar entre nosotros, pecadores. Pero atención, ¡no es una ideología! Es un modo de ser y de vivir que parte del amor, que parte del corazón de Dios Padre".