SAN JOSÉ,
La costarricense protagonista del milagro que determinó la canonización del Beato Juan Pablo II, Floribeth Mora, expresó una vez más su gran admiración por aquel "joven huérfano que fue creciendo en soledad pero amando a su madre María como si fuera su propia madre, para mí era algo admirable".
La Congregación para las Causas de los Santos aprobó el pasado martes 2 de julio la milagrosa curación de Mora luego que los médicos en Costa Rica le diagnosticaron un aneurisma cerebral. Floribeth se encomendó a Juan Pablo II el día de su beatificación, 1 de mayo de 2011, el aneurisma desapareció.
En una entrevista concedida a Radio María de Costa Rica, Mora resaltó que siempre ha creído que el Beato Juan Pablo II "ha sido una persona santa, aún cuando estaba vivo".
Relató que cuando tenía 20 años "lo conocí cuando vino a Costa Rica no personalmente sino cuando pasó por las calles de San José" y describió que el beato "irradiaba una presencia diferente".
Mora contó que "sufrí bastante con su muerte porque era una persona a la que admiraba y a la que aprendí a querer".
Durante su pontificado "veía su historia" y le admiraba mucho… su humildad era algo increíble lo reflejaba, nos daba tanto, nos enseñaba a amar a Cristo como él lo amó y nos reflejaba eso siempre a todos", resaltó.
Mora reflexionó sobre la importancia de la fe y como Dios pone intercesores, "yo me tomé de la mano de Juan Pablo porque era una persona que yo siempre había admirado".
"Le decía: tú que estás tan cerca del Señor, dile que no me quiero morir, porque indigna como soy, tengo que pedirte que me ayudes", y agregó "yo pecadora e indigna como soy, no me sentía capaz de pedírselo directamente a mi Dios".
Expresó también su emoción y orgullo de poder ir al Vaticano el día de la canonización (aún no determinada), y llevarse consigo una bandera grande de su país para que ondee junto a las otras banderas del mundo y dar a conocer que "este país tan pequeño ha sido bendecido, porque la bendición no es sólo mía es para todos" los costarricenses.
Además calificó como "cosa más bella" que 50 años después de su beatificación (1963) Juan XXIII será canonizado, "yo nací hace 50 años".
En la entrevista también participó su esposo, Edwin Arce, y señaló que "la fe fue lo que nos ayudó a nosotros a salir adelante… creer en un Dios, creer en los santos porque los santos existen y un Dios tan grande que todo él lo da hacia nosotros, lo único es tener bastante fe", remarcó.
Mora también enfatizó en la confianza e invitó a todas las personas a que tengan fe en Dios, "día a día son duras las pruebas pero los que vivimos en la fe sabemos que lo vamos a pasar… todo saldrá bien, pero llenémonos de fe y no de desesperanza tengamos paciencia que todo será cuando Dios diga".
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