REDACCION CENTRAL,
Durante su habitual programa radial sabatino, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, abordó el tema del P. Gustavo Gutiérrez, el autor más conocido de la teología de la liberación, que la semana pasada fue recibido por el Papa Francisco tras gestiones del Arzobispo Gerhard Müller, actual Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Durante el programa, el Cardenal peruano insistió en que las obras de Gutiérrez debían ser corregidas, algo que él mismo había pedido al autor peruano en una conversación personal.
Las correcciones que el Arzobispo de Lima ha solicitado son reales y, en algún momento, el mismo Gutiérrez parecía aceptar que tales correcciones eran necesarias.
En efecto, en una conferencia pronunciada en 1996 ante los directivos del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en la que se hallaba presente también el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Joseph Ratzinger, Gustavo Gutiérrez señaló que "un buen número de análisis y de propuestas enunciadas en años recientes (por la teología de la liberación) han perdido vigencia, numerosas discusiones y precisiones de ese tiempo no responden plenamente a los retos actuales. Ignorar estos cambios significaría encerrarse en el pasado, vivir de nostalgias y condenarse a vivir de espaldas a las personas de hoy".
El texto es de dominio público, porque la conferencia de Gutiérrez, junto a otras, fue publicada por el CELAM ese mismo año bajo el título "El futuro de la Reflexión Teológica en América Latina".
Sin embargo, en la práctica, la aparente retractación de Gutiérrez nunca se ha verificado en sus libros: la versión "corregida" de 1988 de su obra fundamental, "Teología de la Liberación - Perspectivas", mantiene aún afirmaciones que contrastan abiertamente con la doctrina católica. Lo mismo sucede con su obra nunca corregida "Fuerza Histórica de los Pobres". Ambas obras se siguen publicando en numerosos idiomas, con las mismas afirmaciones que motivaron la investigación de la obra de Gutiérrez por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe.