SANTIAGO,
A 40 años del golpe de estado contra el presidente Salvador Allende, las parroquias de la Arquidiócesis de Santiago elevaron plegarias por la reconciliación nación.
"Es un recuerdo difícil para unos y otros. Es un día que es causa de controversias y en algunos casos de acciones violentas", según explicó Mons. Héctor Gallardo, Vicario General de Pastoral de la Arquidiócesis de Santiago en una carta dirigida a los párrocos.
"A cuarenta años del golpe de Estado los chilenos aún no podemos mirar nuestro pasado con tranquilidad", dice Joaquín Castillo del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), quien estuvo a cargo de la publicación del libro Las voces de la reconciliación, a través del cual se busca contribuir con la reconciliación de la historia del país, que según Castillo "no solo se hace necesaria sino también urgente".
Según Catalina Siles, Historiadora e Investigadora del IES, es importante abrir en Chile espacios de reflexión porque "para muchos el tema de la reconciliación es visto como una mera ilusión, cargada de buenas intenciones pero imposible de llevar a cabo, sobre todo para quienes vivieron en carne propia ese periodo y quedaron marcados por esas experiencias" y también, porque "otros simplemente se rehúsan buscando utilizar el pasado en función de intereses políticos, a través de la polarización social".
"El orar por la paz es también una tarea para nuestro Chile", comentó Mons. Gallardo en medio del llamado que hizo el Papa Francisco a rezar por la paz en Siria e invitó a los sacerdotes a celebrar las Eucaristías de los días previos y posteriores al 11 de septiembre con los formularios de las misas por la paz y la justicia cuando la norma litúrgica lo permita.
Siles recomendó también "dejar la actitud beligerante y mirar nuestra historia con capacidad crítica y sin instrumentalizarla", y recalca la importancia de "que los actores acepten las propias responsabilidades por acción u omisión, al tiempo de ser capaces del perdón, que implica deponer las odiosidades y mirar al pasado sin asignar culpas, a fin de reconstruir los lazos de confianza y amistad cívica".