PUERTO PRÍNCIPE,
En pocos días, una clínica de rehabilitación para personas discapacitadas en Puerto Príncipe llevará el nombre del Cura Brochero, a quien la Iglesia en Argentina celebrará desde este sábado 14 de septiembre como beato. Se llamará "Kay Gabriel", que significa "la casa de Gabriel".
La impulsora de esta iniciativa es una fisioterapeuta argentina llamada Norma López, que trabaja en este país desde que el terremoto de enero de 2010 hundió en mayor pobreza y desgracia a una de las naciones más pobres y atrasadas del mundo.
López trabaja con un equipo de voluntarios y se entrega en el servicio de contener y sostener a personas adultas con trastornos neurológicos, a jóvenes con necesidades especiales, y a sus familias, calmando el dolor del cuerpo y del alma.
La idea del centro "Kay Gabriel" nació luego de solucionar o atender las urgencias del terremoto del 10 de enero de 2010. Ese día, y en los sucesivos, cientos de haitianos llegaban al hospital Saint Damien pidiendo ayuda, saturando así al prematuro sistema de salud y dejando entrever las necesidades de la gente. En esta historia particular y en la de este centro cobra relevancia la historia de Johane, una niña a la cual el sismo encontró durmiendo esa fatídica noche.
La casa de Johane se desmoronó durante el terremoto y le provocó un traumatismo craneal severo. Ningún doctor le daba esperanza de vida. En el hospital tenía su cuerpo rígido; apenas respiraba, tenía una sonda naso gástrica porque no había otra manera de alimentarla. Hubiera necesitado una cirugía en su cerebro porque sufrió una hemorragia masiva, pero no había neurocirujanos para hacerla y no tenía esperanza de sobrevivir.
Desde ese momento, Norma y su equipo atendieron a Johane cada día. En medio de la desesperación, la coordinadora del plantel recordó el milagro de Nicolás Flores, el niño que recibió la gracia de sobrevivir a un accidente de tránsito por intercesión del Cura Brochero.