BUENOS AIRES,
Unas 22.000 personas pertenecientes a la Obra de Don Bosco y devotos del Beato Ceferino Namuncurá participaron de la peregrinación hacia la ciudad en la que nació y fue beatificado el joven mapuche, guiados en esta ocasión con el lema "Con Ceferino, compartimos la alegría de la fe".
Pese al intenso frío de la mañana, con una mínima de 12 grados bajo cero, unos 1.000 mapuches se congregaron a las 7 en una zona descampada conocida como "La cueva del pavo" para elevar una plegaria en su lengua original y en homenaje a Ceferino.
A las 10, en dicho sitio, ubicado a unos 12 kilómetros del pueblo, partió la procesión encabezada por los obispos de Neuquén, Monseñor Virginio Bressanelli SCJ, y de Viedma, Monseñor Esteban Laxague SDB, junto con otros sacerdotes de las diócesis y unos 10.000 caminantes.
Ya en horas del mediodía, la multitud confluyó en el gimnasio del Parque Ceferiniano, donde otras 12.000 almas aguardaban el comienzo de la celebración de la Eucaristía. Allí, antes de la bendición final, se dio lectura a una carta enviada por el Papa Francisco.
La misiva pontificia indicaba que el Papa Francisco saludaba especialmente a los peregrinos y devotos que acudieron al santuario de Ceferino, e insistía en pedir la intercesión del beato y "seguir siempre el ejemplo de entrega a Dios y sus hermanos". Además, el Pontífice hizo extensiva su bendición a la multitud.
Después de la misa se presentó el pianista Juan Namuncurá, sobrino bisnieto del beato, acompañado por el tenor Nahuel Carruqueo, con quienes interpretaron canciones en mapudungun, la lengua mapuche, y en castellano.