BOGOTÁ,
En un artículo publicado en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el Presidente del Tribunal Eclesiástico Nacional, Mons. Libardo Ramírez Gómez criticó el "cerrado fanatismo" de quienes calificaron como "actitudes inquisitorias" la cancelación del Ciclo Rosa pro gay en la Pontificia Universidad Javeriana.
El Ciclo Rosa fue frenado tras la presión de miles de laicos católicos comprometidos y gracias a la intervención del Presidente de la CEC y Arzobispo de Bogotá, Cardenal Rubén Salazar, y del Nuncio Apostólico en el país, Mons. Ettore Balestrero.
Las críticas por la cancelación del evento, que promovía el estilo de vida homosexual y había sido organizado durante 12 años por la universidad católica, llegaron tanto de activistas del lobby gay, que llegaron a amenazar con organizar una "hoguera hereje" para quemar símbolos religiosos en la puerta del centro de estudios, como de los sacerdotes jesuitas de la Pontificia Universidad Javeriana.
El rector de la Pontificia Universidad Javeriana, Padre Joaquín Sánchez, defendió el Ciclo Rosa, asegurando que, al organizar el evento pro gay "la universidad de ninguna manera ha hecho algo inconveniente para la fe cristiana".
Para el Padre Sánchez, como para el Padre Alberto Múnera, director del Instituto PENSAR de la Pontificia Universidad Javeriana, el Ciclo Rosa era simplemente un evento académico, que no hacía propaganda al estilo de vida gay.
A su turno, el también jesuita Carlos Novoa, quien ha sido justificado en su abierta promoción del aborto en Colombia por el rector de la Javeriana, aseguró que la cancelación del Ciclo Rosa en la universidad católica se debía a un "resurgimiento de la inquisición en un sector de la Iglesia Católica".