Cristianos en Egipto sufren jihad o "guerra santa" islámica, alerta experta

Nina Shea denunció que hasta el momento, en Egipto "alrededor de una docena de cristianos han sido atacados y asesinados solamente por ser cristianos".

"Por primera vez en 1600 años, las oraciones del domingo fueron canceladas en el Monasterio Ortodoxo de la Virgen María y Priest Ibram, en Degla, al sur de Minya, porque las tres iglesias fueron destruidas por la turba".

Shea señaló además que en la capital del país, El Cairo, "monjas franciscanas vieron cómo la cruz sobre la puerta de su iglesia fue derribada y reemplazada por una bandera de Al-Qaeda, y la propia iglesia fue quemada".

"La ?Hermana Manal, la superiora, informó que tres monjas fueron llevadas por las calles como prisioneras de guerra, mientras las turbas del vecindario les 'lanzaban insultos' mientras pasaban".

El vocero de los Obispos Católicos de Egipto, P. Rafic Greiche, informó a la agencia de noticias vaticana Fides, que 14 de las iglesias destruidas por los extremistas musulmanes son católicas, mientras que las demás pertenecen a la iglesia copta ortodoxa, a la griega ortodoxa, a la anglicana y comunidades protestantes.

Si bien los ataques contra los cristianos se realizan en todo el país, se concentran de forma especial en las zonas de Al Minya y Assiut, donde, de acuerdo al P. Greiche, están los cuarteles generales de los "jihadistas".

Nina Shea lamentó que a pesar de que el movimiento que derrocó al ex presidente Mohamed Morsi, afiliado a los Hermanos Musulmanes, involucró a "grupos de izquierda, feministas, estudiantes, intelectuales, personas de negocios, secularistas, sin mencionar a los militares", es la "comunidad cristiana de Egipto, que suma el 10 por ciento de la población, la que se lleva la peor parte de la ira islámica".

Dirigidos por los Hermanos Musulmanes, e incluyendo a grupos afiliados a Al-Qaeda, los extremistas musulmanes están realizando "una campaña de limpieza religiosa, de 'purificación' islámica", dijo Shea.

Y mientras "la jihad ha llegado al país más grande del mundo árabe, nuestros líderes de relaciones exteriores y la prensa ignoran este giro de eventos bajo nuestra responsabilidad".