BUENOS AIRES,
Desde el 18 de julio el Papa Francisco celebra cada Misa en la capilla de la Casa Santa Marta con las hostias que le obsequió una reclusa de la Unidad 47 del Servicio Penitenciario Bonaerense (Argentina), quien desde hace un año elabora las hostias en que se utilizan en diversas comunidades de la diócesis de San Isidro.
El Pontífice argentino le dirigió una carta a "Gaby C.", como la dio conocer el equipo de Pastoral Social de la diócesis, en la que le agradece el presente y le asegura que reza por ella y que tiene las fotos que le envió en su escritorio.
"Monseñor Ojea me trajo su carta –se lee en la misiva fechada el 17 de julio-. Le agradezco la confianza… y las hostias. Desde mañana celebraré Misa con ellas y le aseguro que me emociona. Su carta me hizo pensar, y con esto me lleva a rezar por usted… pero me alegra y da seguridad de que usted rece por mí".
Como en otras tantas cartas, concluyó diciendo: "Que Jesús la bendiga y la Virgen Santa la cuide".
"Gaby C." comenzó hace un año en el Taller de Hostias que propone la Pastoral Carcelaria de la diócesis, a instancias del presbítero Jorge García Cueva, capellán del penal, y el presbítero Juan Ignacio Pandolfini. Según cuentan, "logró dar un sentido a su vida en cautiverio" luego de encontrar una actividad que la mantuviese ocupada y contribuyera a evitar "sus bajones anímicos".
Actualmente, Gaby se ocupa del proceso completo de elaboración y -según los entendidos- logró hacer hostias de muy buena calidad, luego de recibir la instrucción de las Hermanas Benedictinas de San Isidro. Con la producción del taller se abastece a varias parroquias y colegios de la diócesis, creciendo la demanda para las celebraciones especiales como Semana Santa, Corpus Christi y Navidad.