BUENOS AIRES,
El Arzobispo de Rosario (Argentina), Monseñor José Luis Mollaghan, llevó un mensaje de fortaleza a los familiares de las víctimas de la explosión ocurrida en el edificio de Boulevard Oroño y Salta, que dejó 13 personas fallecidas, más de 60 heridos y varios desaparecidos.
El Prelado encabezó las celebraciones centrales por el día de san Cayetano, el miércoles 7 de agosto, en la Plaza Libertad de Rosario.
De forma inédita, la imagen de la Virgen Dolorosa acompañó la celebración de la Misa, por pedido de los mismos fieles. También hubo velas encendidas para recordar las vidas de quienes fallecieron o permanecen desaparecidos.
El Arzobispo dijo que el "clima de festividad" que todos los años se vivía en torno a la celebración de san Cayetano se veía ahora convertido en una "súplica común" pidiendo por los muertos, los heridos y los desaparecidos.
También ofreció una mirada sobre la tragedia: "en una mañana que se presentaba igual a tantas otras, la noticia de la explosión sobrecogió nuestro corazón y los de tantos rosarinos y rosarinas, que necesitaron seguramente buscar en la fe y en la oración una respuesta por tanto dolor".
Monseñor Mollaghan acercó la figura de la Virgen como mujer fuerte y madre amorosa, que siempre estuvo presente junto a su Hijo, aún en los momentos de dolor. Lo dijo en referencia a las madres y familias que perdieron un hijo. "El corazón grande de una madre es capaz de tener fuerza para consolar y seguir adelante. Junto a ellas está María", aseveró.