BUENOS AIRES,
El Obispo de Gualeguaychú (Argentina), Monseñor Jorge Eduardo Lozano, estimó que cuando el Papa Francisco habla de "pastores con olor a oveja" quiere indicar "estilos y actitudes de cercanía del pastor con su pueblo" y también supone que cuando lo hace en su mente "está el Pastor que en el Evangelio carga sobre sus hombros a la oveja perdida para devolverla con ternura al redil".
En un artículo publicado este domingo 4 de agosto en el diario La Nación, el Prelado afirmó que lo contrario "es la tarea tercerizada o digitada de lejos, o con asepsia hospitalaria. Pero sin compromiso vital".
"Las ovejas reconocen el silbido y la voz del pastor cuando lo escuchan todos los días. Si la cercanía se hace intermitentemente, con un 'toco y me voy', casi como visita de compromiso, nuestra voz no se hace familiar, y entonces tampoco es confiable y seguible", advirtió al recordar que el domingo 4 de agosto la Iglesia celebró la memoria de San Juan María Vianney, patrono de los sacerdotes.
Tras destacar el "gran misterio de amor que hay en la vocación sacerdotal" y en el llamado para servir a la fe del pueblo de Dios que se les confía, aclaró que "no es un trabajo con horario, no es un hobby que nos resulta placentero, no es un pasatiempo, es un llamado que nos toma la vida por amor a Dios y a los hermanos".
El Obispo subrayó que "la comunión (estar juntos con Él) es para la misión (los envió a predicar)" y exclamó: "¡Cómo necesita el mundo de nuestra predicación!"
"Dios sigue amando al mundo y nos envía a nosotros, los sacerdotes, como hijos amados suyos. Él quiere estar cerca especialmente de los pobres y excluidos, de los que no son tenidos en cuenta. Francisco nos alienta a 'una Iglesia pobre y para los pobres', y esta es una de las claves de la alegría que expresan cristianos y no creyentes por su ministerio", precisó.