MANAGUA,
La mortalidad materna en Nicaragua se redujo continuamente desde 2005 hasta 2012, sin verse afectada por la prohibición del mal llamado aborto "terapéutico" en 2006.
En Nicaragua no se permite ningún tipo de aborto desde que el 26 de octubre de 2006 la Asamblea Nacional reformó el Código Penal y penalizó el mal llamado aborto "terapéutico", que había estado permitido desde 1891 en casos de riesgo para la vida de la madre, daños irreversibles al embrión o feto, o cuando el embarazo es fruto de una violación o incesto.
El 22 de julio de 2013, el Ministerio de Salud de Nicaragua informó que mientras en 2005 la tasa de muertes en mujeres era de 86,47 por cada 100 mil nacidos vivos, en 2012 esta cifra se redujo a 50,6 mujeres por cada 100 mil nacimientos.
Entre 2011 y 2012 se presentó una reducción de 12,6 muertes por cada 100 mil nacidos vivos.
El Gobierno de Nicaragua ha rechazado los repetidos intentos del lobby abortista de abrir las puertas nuevamente al aborto.
En 2011, ante la presión de la ONG abortista Amnistía Internacional, Rosa Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega y coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, señaló que en Nicaragua "luchamos para defender la vida porque es la esencia de la verdad con la que Dios creó al mundo".
"La posición del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y del Gobierno en relación al aborto (terapéutico) es que nosotros hemos ratificado nuestra propuesta que es a favor de la vida", señaló en esa ocasión.
Según informó el Ministerio de Salud, los avances en la reducción de la mortalidad materna se deben al seguimiento de los embarazos y a la atención prenatal, así como a la labor de un centenar de Casas Maternas que se han repartido por toda Nicaragua para atender a las áreas rurales, garantizándoles un parto seguro a las mujeres.
Ya en mayo de 2012, un estudio dirigido por el científico chileno Elard Koch demostró que un mayor acceso al aborto no produce una disminución en la tasa de mortalidad materna.
En esa ocasión, el Dr. Koch subrayó que es la educación de las mujeres lo que mejora su capacidad "para acceder a los recursos existentes de atención de salud, incluyendo personal calificado para el parto, y conduce directamente a una reducción en su riesgo de morir durante el embarazo y el parto".
Por el contrario, el aborto incrementa la tasa de mortalidad materna y daña la salud de las mujeres, según advirtió un grupo de científicos de distintos países, reunidos ante la Comisión Jurídica y Social de la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York (Estados Unidos), en marzo de este año.
Entre esos especialistas figuraban el Dr. Eoghan De Faoite, miembro de la Junta de la Comisión de Excelencia en la Salud Materna de Irlanda y la Dra. Donna J. Harrison, Directora de Investigación de la Póliza Pública de la Asociación Estadounidense de Obstetras y Ginecólogas Provida.
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