BUENOS AIRES,
Uno de cada diez hogares argentinos se encuentra en situación de vulnerabilidad estructural pese al impacto de los planes sociales entre 2010 y 2012, mientras el 16,9 por ciento de los hogares y el 24,5 por ciento de la población se encuentran por debajo de la línea de pobreza, advirtió el informe sobre la deuda social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Los resultados del Barómetro de la Deuda Social Argentina presentados ayer revelan que en este trienio se produjo un aumento de la "marginalidad social" debido a un contexto económico "altamente inflacionario", que ubicó en el 25 por ciento promedio, y "con estancamiento en la generación de empleo".
"Aun cuando continuó aumentando el gasto social, la marginalidad estructural se ha constituido en un núcleo duro de excluidos, al mismo tiempo que volvió a aumentar la pobreza por ingresos", aseveró Agustín Salvia, investigador jefe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA).
En la presentación en la sede universitaria el especialista sostuvo que a partir de 2012 "el crecimiento nuevamente se detuvo, la generación de empleo pleno se estancó y la inflación continuó en ascenso".
El estudio destacó también que la inseguridad alimentaria cayó de 13 al 11,7 por ciento entre 2010 y 2012, y que la pobreza medida a través de las necesidades básicas insatisfechas "no presentó cambios significativos".
El informe "Inestabilidad económica, las oscilaciones sociales y marginalidades persistentes en el tercer año del Bicentenario" recoge lo que la UCA considera "desajustes en el desarrollo humano y social".