ROMA,
En Río de Janeiro (Brasil) se vive con gran expectativa, alegría y esperanza la próxima llegada del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realizará del 23 al 28 de julio. Así lo indicó el Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Cardenal Stanislaw Rylko, luego de visitar el país para organizar los últimos preparativos del evento.
En declaraciones a un medio italiano, el Cardenal Rylko señaló que el país y en especial la ciudad anfitriona "se respira en verdad un ambiente de grandes expectativas" por la llegada del primer Papa latinoamericano "que ya ha ganado los corazones de todos nosotros".
El Purpurado subrayó que a pocos días de la inauguración "es fácil imaginar con qué compromiso se está trabajando en la ciudad con el fin de ofrecer la mejor bienvenida al Papa y a los jóvenes de todo el mundo".
Dijo que se quedó impresionado del trabajo dedicado que hace día y noche el Comité Organizador Local junto a cientos de voluntarios, así como por la "generosidad" y la "inteligencia".
El Cardenal mencionó que el evento en Río "no sólo afecta a la ciudad carioca, sino a toda la Iglesia en Brasil" porque previo al encuentro con el Pontífice, los jóvenes de diferentes nacionalidades participan en "Semana Misionera" que consiste en visitar la mayoría de las diócesis en todo el país dando testimonio de fe.
Estas visitas "son importantes –expresó el Purpurado– ya que permiten a los jóvenes tocar el tejido vivo de la Iglesia en Brasil (…). No hay que olvidar que se trata de un evento que, en general, no tiene igual en el mundo, en relación con la dimensión - es verdaderamente un evento global, podemos decir católica".
Con respecto a la cantidad de jóvenes que participarán, dijo que siempre es difícil definir cifras y que no le extrañaría que lleguen a Brasil más de dos millones, pero para "nosotros, como organizadores, más que números insistimos sobre los progresos en la preparación espiritual de cada joven participante. Los frutos espirituales de cada JMJ dependen en gran medida de la labor pastoral que precede y la que le sigue al evento".
Al hablar de la seguridad indicó que en su visita a la ciudad notó un "clima de calma" y está seguro que el gobierno federal y el gobierno del estado de Río harán todo lo posible para garantizar un ambiente tranquilo durante el desarrollo de la JMJ y la visita del Papa.
El Cardenal Rylko resaltó que en los primeros meses de su pontificado, el Santo Padre ha demostrado que "los jóvenes constituyen una de sus prioridades y una gran capacidad para comunicarse con ellos", así como también se ha visto en varias ocasiones el cariño de los jóvenes al Papa "que lo escuchan con gusto".
Para el Purpurado, esta JMJ será una ocasión de "gran siembra evangélica" para el Pontífice, así como para retar a los jóvenes "como lo hace generalmente", ya que el evento tiene como principal objetivo ayudar a los jóvenes a encontrarse con Cristo "la única esperanza que no defrauda".
"La estatua del Cristo Redentor de Corcovado con los brazos abiertos expresa, en el fondo, a Cristo esperando encontrarse y dar la bienvenida a los jóvenes", dijo.
Al terminar sus declaraciones, señaló que en la primera encíclica del Papa "Lumen Fidei" el Pontífice escribe que "los jóvenes tienen el deseo de una gran vida (…) la fe no es un refugio para personas sin valor".
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