RIO DE JANEIRO,
Los símbolos de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), una cruz de madera y una imagen de la Virgen María, llegaron este sábado 6 de julio a Río de Janeiro (Brasil) donde se celebrará del 23 al 28 de julio este importante encuentro de jóvenes católicos con el Papa Francisco.
Desde la diócesis de Itaguai, los símbolos entraron a Río de Janeiro acompañados por una procesión de 1.500 personas. Llegados a la iglesia San José, en el barrio de Santa Cruz, el Arzobispo de Río de Janeiro y presidente del Comité Organizador Local (COL), Monseñor Orani Tempesta, celebró una Misa. Después la procesión siguió hasta la catedral de San Sebastián.
El Arzobispo resaltó que los dos símbolos "dieron la vuelta al mundo y, desde septiembre de 2011, están recorriendo Brasil, visitando no solo las diócesis sino también las escuelas, las cárceles, las plazas y las comunidades indígenas. De esta manera, el mensaje de Cristo está llegando a todos los hombres y mujeres del Brasil".
Entre vítores y cantos religiosos, la "cruz peregrina", de 3,8 metros y entregada por primera vez a los jóvenes por el Papa Juan Pablo II en 1984, fue ubicada en la catedral de Río de Janeiro. El símbolo llegó en un pequeño auto y entró al templo cargada por un grupo de jóvenes y cientos de fieles trataban de tocarla.
Lo mismo pasó con la imagen de la Virgen, una copia contemporánea de la imagen bizantina Salus Populi Romani (Protectora del Pueblo Romano), que llegó en otro auto poco después y tuvo una recepción emocionada. La Virgen fue donada por Juan Pablo II en 2003 para acompañar la cruz.
"Es una señal que demuestra la belleza de la fe cristiana, la certeza de Cristo resucitado en la cruz dando la vida por todos nosotros, y al mismo tiempo alegría de la juventud que durante todos estos años vio en esos símbolos un poco su vida, sus sueños, su búsqueda, su alegría", expresó Monseñor Tempesta.