VATICANO,
"En la hora de la prueba, la fe nos ilumina", afirmó el Papa Francisco en su encíclica Lumen Fidei, publicada este viernes, y en la que también llama a los fieles a no dejarse robar la esperanza que da la fe en Cristo.
En la primera encíclica de su Pontificado, el Santo Padre señaló que "el cristiano sabe que siempre habrá sufrimiento, pero que le puede dar sentido, puede convertirlo en acto de amor, de entrega confiada en las manos de Dios, que no nos abandona y, de este modo, puede constituir una etapa de crecimiento en la fe y en el amor".
En ese sentido, recordó el pasaje de la segunda Carta de San Pablo a los Corintios, en la que el Apóstol aborda sus tribulaciones y sufrimientos y "pone su fe en relación con la predicación del Evangelio". "Hablar de fe comporta a menudo hablar también de pruebas dolorosas, pero precisamente en ellas san Pablo ve el anuncio más convincente del Evangelio, porque en la debilidad y en el sufrimiento se hace manifiesta y palpable el poder de Dios que supera nuestra debilidad y nuestro sufrimiento", señaló el Papa.
El Pontífice aclaró que "la luz de la fe no nos lleva a olvidarnos de los sufrimientos del mundo", pues personas de fe como San Francisco de Asís y la Beata Madre Teresa de Calcuta "han recibido luz de las personas que sufren".
Ellos, explicó, "han captado el misterio que se esconde en ellos. Acercándose a ellos, no les han quitado todos sus sufrimientos, ni han podido dar razón cumplida de todos los males que los aquejan. La luz de la fe no disipa todas nuestras tinieblas, sino que, como una lámpara, guía nuestros pasos en la noche, y esto basta para caminar. Al hombre que sufre, Dios no le da un razonamiento que explique todo, sino que le responde con una presencia que le acompaña".
"En unidad con la fe y la caridad, la esperanza nos proyecta hacia un futuro cierto, que se sitúa en una perspectiva diversa de las propuestas ilusorias de los ídolos del mundo, pero que da un impulso y una fuerza nueva para vivir cada día", señaló el Papa.