VATICANO,
En una ceremonia en la que estuvo acompañado de Benedicto XVI, el Papa consagró el Estado de la Ciudad del Vaticano a San José y a San Miguel Arcángel.
Para hacer explícita esta consagración, el Santo Padre inauguró la estatua de San Miguel Arcángel, protector de la Iglesia Universal y patrono del Estado de la Ciudad del Vaticano, en la plaza de la Gobernación.
La imagen mide más de cinco metros de altura y se configura en un grupo escultórico realizado en bronce con la técnica de la fundición a la cera perdida. El basamento ha sido realizado en travertino romano, ideado también por el artista y caracterizado por la presencia de bajorrelieves en bronce.
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